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lunes, 26 de marzo de 2012

CAPITULO 21 "What makes you beautiful"


CAPITULO 21
Respire hondo, intentando mantener la calma, aquello me atormentaba y necesitaba sacarlo de dentro de mí, tire sin más aquel bote, que cayó con brusquedad sobre el sillón.
Estaba dudosa, no sabía si contárselo a Niall o a Harry, Érica estaba en su habitación limpiando y yo debería estar haciendo lo mismo, pero saque aquel tema, y eso no me dejo concentrarme, me dirigí a paso lento hacia la encimera de la cocina, donde había dejado mi móvil, lo cogí y comencé a escribir un mensaje. “Enviado” puso en la pantalla.
*En otro lugar de Londres*
-NARRADOR OMNISCIENTE-
El móvil de Harry comenzó a sonar, este se levanto de la mesa, y se dirigió hacia el salón.
Observo que era un mensaje de su novia, comenzó a leerlo, y al instante contesto.
Niall recogió su desayuno, y sin decir nada volvió a su habitación, allí le esperaba otro mensaje de su amiga Bárbara, el joven lo leyó, y sin más, contesto, esta vez no decidió llamarla, solo respondió.
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*En un pequeño ático*
-NARRA BARBARA-
-Ya esta- Dije sentándome en la mesa de la cocina, y apoyando mi cabeza entre mis manos.
-¿El que esta?- Respondió Érica, cerrando la puerta de su habitación, y acercándose a paso rápido hacia mí.
-Le dije a Harry que quería quedar con el- Levante mi mirada
-Eso está bien- Érica se acerco hacia mi
-Y también a Niall- Apresure a decir
Érica me miro, sin saber bien que decir.
-Sí, se que a lo mejor..- Me interrumpió
-Si crees que es lo mejor, adelante- Sonrió, y seguidamente me abrazo.
-Supongo- Suspire y la abrace con fuerza
[…]
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-NARRADOR OMNISCIENTE-
Harry y Niall, marchaban a paso rápido hacia un mismo lugar, sin saberlo, cada uno por su lado, pensando en las mil y una cosas que podría ser, mientras tanto, Barbara, les esperaba bajo aquel enorme árbol, iluminado solamente por aquellas luces, las cuales se encendía cada noche para alumbrar la noche londinense.
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Bárbara estaba nerviosa, no sabía cómo hacer para aguantar los nervios, estaba pensando en cómo empezaría, en como haría para contarle aquello a esas personas tan importantes para ella, respiraba hondo, cerraba los ojos, e intentaba calmarse, pero le era imposible, una voz algo fatigada la hizo saber que ya no estaba sola, era Niall.
Un abrazo mimoso por detrás, la hizo sentirse segura, su dulce voz impactando en su oreja, y un beso en su pelo, la hizo saber que el siempre estaría ahí, su amigo, su compañero, su pequeño irlandés, su rubito.
Ella se limito a sonreír, y a mirarle a los ojos, cuando este se sentó justo donde ella le había indicado, la noche era fría, y el viento soplaba con fuerza.
Nada, no dijeron nada, solo se miraron mutuamente, y se dedicaban pequeñas sonrisas acompañadas de ternura.
Esta vez, el primero que observo la figura de Harry fue Niall, este le miro incrédulo, al igual que el joven del pelo rizado al chico rubio, Bárbara le indico que se sentara y este lo hizo, pero no sin antes darle un dulce beso en los labios a su novia, la cual sonrió al tacto de los labios de este.
Ninguno dijo nada, tan solo se sentaron, el uno al lado del otro.
-Veréis- Dijo la joven por fin- Necesitaba contaros esto, a los dos. Tu- Señalo a Harry-porque eres mi novio, mi compañero, al chico que amo- Esta sonrió- Y tu- Señalo a Niall- Porque eres mi amigo, uno de los tesoros más preciados que tengo- Volvió sonreír.
Los muchachos se miraron y se dedicaron unas miradas cargadas de preguntas, y confusiones, pero comprendieron la necesidad de ella, de Bárbara, así que tan solo callaron.
-Bien, ¿os acordáis cuando os dije que alguna vez os contaría aquello que tanto me atormentaba?
Los dos asintieron
-Pues de eso os quiero hablar- Ella suspiro y se armo de valentía.
-Veréis- Respiro hondo, como si lo que iba a hacer se tratara de una gamberrada de jóvenes, como si fuera a saltar de un acantilado, como si de una nueva aventura se tratara.
-Mi vida, os preguntareis como ha sido, ¿verdad? El por qué estoy aquí, en esta ciudad tan grande sola, sin familia, sin alguien que me proteja cuando lo necesite, sin alguien con el que pueda contar, sin alguien con el que pueda reír con despreocupación, sin alguien que me pregunte si necesito algo, sin alguien que me demuestre que me quiere, sin alguien que entre en mi habitación por las noches, para asegurarse de que estoy durmiendo plácidamente- La muchacha sonrió- Se que estaréis pensando en que tengo a Érica, pero yo ahora mismo no me refiero a un amigo, me refiero a la familia-
Esta respiro hondo- Yo, yo desde pequeña vivía con mis padres, en España, en el centro, en una pequeña calle, de un barrio normal y corriente, siempre fui la única, nunca tuve hermanos, y eso no me hace ser la típica niña mimada, para nada- La joven cambiaba continuamente su mirada, entre la de sus oyentes- La verdad es que aun que no tuve hermanos, nunca fui precisamente el centro de atención, mis padres me querían, eso creía cuando era aun una renacuaja- Rieron los tres ante aquel comentario- Pero eso cambio cuando comencé a crecer, mis padres siempre se peleaban y no me di cuenta hasta los 9 años, de que era por mí, mi padre fue siempre el que me defendió, el que me quiso por encima de todas las cosas, el que me daba un beso de buenas noches, el que me hacia reír con sus tonterías y el que al mismo tiempo me hacia llorar también, en cambio mi madre, siempre fue una egocéntrica, nunca me quiso, para ella fui un error, un maldito error, y no dejaba de recordármelo todos los días de nuestras vidas, mi madre gastaba el dinero en alcohol, en juegos, mientras mi padre cuidaba de mi, protegía a su pequeña- A la muchacha comenzaron a cristalizarse los ojos, y de vez en cuando se le quebraba la voz.
-Sí, pensareis que siempre es al revés, pero en mi caso, era mi madre la que hacía de mi hogar un infierno, sus borracheras, sus peleas con mi padre, sus insultos continuos hacia mí, nunca se borraran de aquí- Señalo su cabeza- Las continuas disputas que había entre mis padres, y las veces en las que yo, sentada en mi cama, me tapaba los oídos para no oír aquello, las veces en las que, lloraba y lloraba, y deseaba que aquello fuera un maldito sueño, tampoco se borraran de mi cabeza- Bárbara comenzó a jugar con sus manos, agacho la mirada y prosiguió- Mi madre venia borracha a casa, y cuando mi padre no tenía dinero, cuando ella misma no podía robarle el dinero a mi padre, comenzaba a destrozar la casa, me pegaba y se iba, no volvía hasta el día siguiente, volvía serena, pero eso no la hacía decirme cosas buenas, sus insultos iban dirigidos siempre hacia mí, y aun que mi padre intentara pararla, no lo conseguía, el, después de cada discusión, de cada palabra mal sonante, venia hacia mí, y me abrazaba con todas sus fuerzas, y no paraba de repetirme una y otra vez “Tu y yo, algún día nos iremos, y seremos felices” Yo lo creía, yo sabía que mi padre me sacaría de allí, que nos iríamos de aquella casa, de aquel infierno, y seriamos felices, en otro lugar.
-Yo le creía ¿sabéis?- De los ojos de la joven comenzaron a brotar lagrimas llenas de dolor- Yo sabía que aquello que mi padre decía seria verdad, crecimos en aquel maldito hogar, seguía aguantando aquellas puñales que mi “madre” me lazaba, pero, ¿sabéis que? Eso ya no podía conmigo, sus insultos, sus palizas me hacia ser más fuerte, día a día, eso ya no podía conmigo, pero un día, hubo un maldito día que marco mi vida para siempre “27 de febrero” – La joven comenzó a limpiar sus lagrimas que cada vez eran más intensas- La muerte de mi padre, aquello me hizo saber que Dios no existe, se llevo a mi padre, a la persona que más he querido en toda mi vida, se llevo a una buena persona, a la única que podía hacerme feliz, y eso me dejo destrozada.
Harry y Niall, los dos jóvenes notaron unas pequeñas lagrimas recorrer sus mejillas, sus frías mejillas.
-Yo en ese momento fue cuando me derrumbe, cuando quise morirme de verdad, cuando supe que ahora, mi vida si que estaba acabada, mi madre se junto con un señor, era adinerado, tenía bastante poder, pero era igual de imbécil que mi madre, y un día, sin más, discutí con ella, aquella discusión me hizo saber que ya era la última que tendría, no podía aguantar sus fiestas continuas, sus borracheras, sus gritos, sus tonterías, así que con 15 años me marche de casa, con mi amiga Érica, la cual estaba dispuesta a venirse conmigo si hacía falta al fin del mundo, y desde entonces ella fue mi gran apoyo, mi única y verdadera, familia- La muchacha concluyo, sus mejillas estaban empapadas en lagrimas, al igual que su ropa, le temblaban las manos y su respiración era discontinua, los jóvenes se quedaron paralizados, atónitos a la vez que notaban como rodaban lagrimas por sus mejillas.
-Pequeña- Susurro Niall
-Princesa- Prosiguió Harry
Y sin más, los dos se levantaron y abrazaron juntos a Bárbara, la cual lo agradeció.
-Gracias- susurro, y la noche finalizo entre abrazos, y una verdad que a la joven la atormentaba, pero que a partir de ahora, tan solo seria, un pequeño problema mas.
COMENTAD POR FAVOR :)
¿QUE OS HA PARECIDO?

2 comentarios:

  1. ¿Qué que me ha parecido? PERFECTO. La última parte, joder me ha hecho llorar:'(. Me encanta, y se me queda corta la palabra(?. Sigue<3.

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  2. ME ENCANTAAAA, BUF, SÍGUELA PORFAVOR *-*

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