CAPITULO 12 "What makes you beauiful"

Capitulo 12

*Un mes después*

-¡Adios Mikel!- Me despedí de mi compañero de la universidad, y comencé a caminar con mis libros aferrados a mí, y una sonrisa débil en la cara.
Cada paso que daba, era el recuero repetitivo de lo que me dijo mi amiga Érica “Harry me ha besado” Esa frase me estaba matando poco a poco, seguía sin explicarme a mi misma el por que aquella frase me corrompía por dentro, supongo que no quería ver que en realidad le quiero, que le quiero demasiado, soy una estúpida enamorada de un chico, del novio de mi mejor amiga, me torturo yo misma pensando en lo que pudo a ver sido y no fue, yo sola me hago daño pensando en esa sonrisa que ya no es mía, aun que en realidad nunca lo fue, pero cada vez que me dedicaba una de sus hermosas sonrisas, la sentía mía.
-¡Bárbara!- Unos gritos tras de mí, me sacaron de mis pensamientos.
Me voltee, para ver quien gritaba mi nombre- ¿Zayn?- Dije sonriendo y elevando la mano para saludarle.
-Hola- Zayn se paró en seco delante de mí, se agacho, apoyo sus manos en sus rodillas, y comenzó a respirar deprisa.
-Llevo bastante tiempo sin hacer deporte- Dijo incorporándose y sonriendo.
-Ya lo veo- Dije riendo.
Este se acerco a mí y me dio un beso en mi mejilla.
-¿Qué tal todo?- Pregunto mientras me indicaba que anduviéramos.
-Bien, ¿y tú?- Conteste sonriente.
-Agobiado, con tantos exámenes- Este puso los ojos en blanco y seguidamente una cara de asco, que al instante cambio por una sonrisa divertida.
-Ahí te doy la razón Zayn, por culpa de los exámenes casi no os he visto este mes- Le mire y seguidamente puse pucheros, Zayn me abrazo y los dos sonreímos.
-Pero eso va a cambiar, esta noche mismo quedamos, habrá que aprovechar este puente que Dios no ha ofrecido, ¿no?- Los dos reímos a carcajadas.
Yo le apunte con el dedo al pecho-Eres sabio, amigo- Sonreí divertida.

[…]

-Esta tarde te llamo y confirmamos la salida por la noche, ¿te parece?- Apresuro ha decir Zayn, antes de separarnos para ir cada uno por un lado.
-Me parece- Nos dedicamos unas bonitas sonrisas, nos dimos un cálido abrazo y cada uno nos marchamos a nuestras respectivas casas.
Yo anduve un par de kilómetros más, y llegue a mi casa, cuando abrí la puerta Érica no estaba, pero había una nota pegada en el espejo de la pequeña entrada de nuestro piso.
“Me he ido con Harry, no me esperes para comer, te quiero”
Tire mi mochila contra el sofá, me quite la chaqueta y la tire también, al mismo sitio donde había dejado la mochila, me puse delante del espejo, agarre el pequeño posit, lo arrugue con todas mis fuerzas y lo tire por la ventana de el ático.
-Que os aproveche- Dije observando como la pequeña nota volaba por la ciudad de Londres.
Me senté en el sofá, estaba agotada, pose mis pies en la mesa mientras con ayuda de estos me quitaba despacio mis zapatillas, me tumbe y comencé a ver un “documental de animales”.
Otra vez volvían a mi esas inmensas ganas de llorar, era escuchar o leer su nombre”Harry” y querer morirme.
-¡Te odio!- Grite mientras me quedaba boca arriba en el sofá.
Me incorpore, me senté en el sofá, y apoye mis manos a cada lado de mi cabeza.
-¡Te odio Styles, te odio, te odio, y te odiare por el resto de mi vida!- Grite mientras unas lagrimas resbalaban por mis mejillas.
-¿Segura?- Note una voz masculina detrás de mí.
Un escalofrió me recorrió todo el cuerpo, el bello se me erizo al reconocer perfectamente su voz.
-¿Harry?- susurre inmóvil, mientras miraba al infinito, y mis lágrimas resbalaban hasta llegar a la comisura de mis labios.
Me levante del sofá, con la mirada perdida, hasta que me voltee y pude verle, apoyado en la puerta de mi habitación, estaba realmente sexy, con una media sonrisa en su rostro, y con sus perfectos ojos, los cuales brillaban como dos rubís.

-¿Harry?- volví a repetir a la vez que rodeaba el sofá y me quedaba detrás de este, con las manos apoyadas en el respaldo, y ante la atenta mirada de Harry.
-Vuelve a decir que me odias, si de verdad lo sientes- Harry se aparto de la puerta, y comenzó a acercarse lentamente.
-Te odio- Mi voz temblaba, y mi corazón iba a mil por hora, mi respiración era agitada y mis ojos se perdían mirando hacia todas.
-Mírame a los ojos, y grita que me odias- Cada paso suyo, acortaba nuestras distancias, sus pasos lentos y cortos, me hacía perder la calma, ponerme nerviosa, y volverme loca.
-Te…- Quite los ojos del suelo y los pose en sus ojos claros, Harry estaba a escasos metros de mi, seguía con aquella dulce sonrisa, pero picara a la vez-Te…-Volví a repetir nerviosa.
-Te o…- Harry extendió su brazo, agarro mi cintura y me atrajo hasta el, nuestros cuerpos chocaron, y nuestras miradas se perdieron la una con la otra.
-Te quiero- Dije inconscientemente, estaba hipnotizada por su tierna sonrisa, y su pequeño lunar, el cual me hacia morirme completamente de amor, de deseo.
-Te quiero- Susurro Harry acercando lentamente su rostro hacia el mío.
-Te quiero- volvió a repetir.
Nuestras caras estaban a escasos metros, nuestras respiraciones se fusionaban, y nuestros ojos se perdían, eran cómplices de aquella escena, de la cual no quería que acabara nunca, enrede mis brazos en su cuello, mis manos se perdieron en su hermosos pelo rizado, y sus brazos rodearon fuertemente mi cintura, como si tuvieran miedo a que me deshiciera de ellos.
-Bésame- Dije sin apartar mis ojos de los suyos.
-Tus deseos son órdenes- Susurro, sonriendo.
Y…
-¡Bárbara!- Unos gritos me despertaron.
Erica me zarandeaba bruscamente, mientras su rostro dejaba ver que estaba preocupada.
-¡Gracias a Dios, estas bien!- Dijo esta echándose encima de mi, y abrazándome como podía.
-¿Me he dormido?- Dije restregándome mis ojos.
-Sí, bueno, más bien, parecía que habías caído en coma- Dijo divertido Harry mientras se asomaba por detrás del sofá, y me observaba fijamente.