CAPITULO 1.
-Gracias- Digo embobada, mientras miro sus labios carnosos y
los dientes que asoman de su boca. Mi voz suena dulce y tímida, pero al momento
aterrizo en la tierra de nuevo, pestañeo unas cuantas veces y esta vez le miro
a sus ojos claros.
-Narrador omnisciente-
Bárbara y Harry, Harry y Barbara, el chico queda embobado
con los ojos azules de aquella chica con la que se topo esperando el autobús,
es morena de piel, más o menos como el, su rostro cuenta de una medida
perfecta, sus labios parecen carnosos, una tímida sonrisa deja asomar sus
dientes, blancos, perfectos, “me gustan”, piensa el joven. Observa su nariz, es
pequeña y cuenta con una medida perfecta según el, su pelo, castaño claro,
rizado “como el mío”, el muchacho suelta una pequeña sonrisa. Esta vez echa una
ojeada rápida a su vestimenta, a su cuerpo.
Sus pantalones destacan, y ese gorro tan mono que lleva le
gusta al chico, es distinto, innovador. En sus pies lleva unas vans negras, al
igual que las del muchacho ¿coincidencia? Nadie lo sabe.
Su silueta, es una chica delgada, a decir verdad parece
débil, de cristal, pero eso solo lo piensa al ver su cuerpo, después mira su
rostro y puede observar tras él a una chica segura, muy segura, diría el,
fuerte, inteligente, sociable y divertida.
-Fin narrador omnisciente-
-Narra Bárbara-
*En algún lugar de Londres, 19:05*
Después de observar a aquel encantador chico, caigo en sí,
“el autobús” digo esta vez en voz alta, miro hacia la parada. –Mierda, otra vez
no, me cago en la ostia- Digo echándose la mano a la frente, el chico observa
la parada, dice algo que mis oídos no logran escuchar.
Pero creo que también maldice, o se caga en alguien, por el
gesto de su cara.
-¿Y ahora como voy yo hasta allí?- Dice mirando su reloj,
muy bonito, por cierto.
-¿Tu también esperabas el autobús?- Digo dirigiéndome a él,
algo tímida.
-Sí, yo también estaba esperando el maldito autobús- Posa
sus ojos en mí, y deja al descubierto, una sonrisa tímida.
-Pues lo siento- Pongo mi mano en mi nuca y la acaricio
ligeramente, mientras mi cabeza y mis ojos se posan en el suelo- Supongo que he
sido el obstáculo que no te ha permitido cogerlo.
-¿Bromeas?, he sido yo el obstáculo que te ha impedido a ti
cogerlo, lo siento.
-Bueno, hemos sido los dos- Digo intentando que cada uno
obtenga una parte de culpa.
El chico de ojos claros, me sonríe, una vez más.
Sabía que si le decía “no, ha sido culpa mía” el me
respondería “no, ha sido mi culpa”, y yo le diría “no, ha sido culpa mía” y
estaríamos culpándonos indefinidamente, y así, pareceríamos una de esas parejas
que están todo el rato “te quiero”, “no, yo mas”, “no, yo mas” y etc, etc,
etc..
Me había quedado embobada con aquel pequeño lunar que tenía
el chico debajo de sus labios, era “magnético” por decirlo de alguna forma. No
me había dado ni cuenta de que el chico me estaba hablando, fue cuando
reaccione, que este paso una de sus manos varía veces por delante de mi cara.
-Perdona, creía haber visto a alguien conocido- Reí
tontamente
El chico se volteo empezó a observar persona a persona
detrás de el, después de un rato jugando a “encontremos a wally” se giro de
nuevo.
-Lo que decía, ¿Cuál es tu nombre? – Pregunto divertido.
-¿Por qué debería decírtelo?, A lo mejor eres un espía o
algo así – Observe su cara, conteniéndome la risa por la estupidez tan grande
que había dicho. El “sin nombre” me miro un poco ¿asustado? Pues si, tal vez,
con la respuesta que le había dado.
Mi cuerpo no aguantaba más y saque mi risa al exterior,
carcajadas salían de mis cuerdas vocales, la gente me miraba, así que intente
bajar un poco el tono de mi voz.
-Que chispa tengo- Dije en voz baja.
-Lo siento- Alegue – Me llamo Bárbara –Extendí mi mano.
-Divertida, eres un rato- Dijo el chico extendiendo su mano,
y riendo – Soy Harry – Estrechamos nuestras manos, mientras las zarandeábamos
suavemnete hacia arriba y hacia abajo.
Mire su reloj –Me voy- Dije apartando mi mano de la suya y colocándome
el cordón de mis zapatillas.
-Veras, yo siempre voy corriendo a todos lados y por una
carrerita mas, no me va a pasar nada- Dije divertida.
-¿Te dará tiempo a llegar?- Pregunto dudoso.
-No lo sé, pero por intentarlo- Termine de colocarme el cordón,
me incorpore y eche a andar, a un paso rápido.
-¿Nos volveremos a ver?- grito “Harry” volteándose para
mirarme.
-Eso se lo dejo al destino- Mis piernas empezaron a coger
ritmo – por cierto, bonito lunar el de los labios– Dije despidiéndome de el.
-Narrador Omnisciente-
La muchacha echo a correr por las anchas calles, mientras volvía
a gritar su famosa frase “¡Paso, Paso!” sus manos se abrían paso ante la
multitud.
Mientras el joven, atónito por el comentario de la muchacha,
toco con su dedo índice el pequeño lunar que se encontraba debajo de sus
labios, sonrió al recordar la frase que lanzo la muchacha al aire, comenzó a
caminar mientras seguía rozando su pequeño lunar con su dedo.
Harry y Barbara deseaban que el destino les volviera a
juntar, ¿será así?
Encima de bonico, te ríes un rato.
ResponderEliminarMás perfecto no lo voy a encontrar, vamos *_*
Jopelines, pues yo sí que quiero que se vuelvan a juntar.
¡Eh! ¡¿Me oyes, destino?! LOOL